2006-07-27

El síndrome de Persépolis

Kapuscinski, ante las ruinas de Persépolis:

Cada vez que contampla uno ciudades, templos, palacios ya muertos, se pregunta por la suerte que corrieron sus constructores. Por su dolor, sus columnas vertebrales rotas, por los ojos que saltaron de las cuencas al recibir el impacto de una esquirla, por su reumatismo. Por su vida desgraciada. Su sufrimiento. Y entonces surge la primera pregunta: ¿podrían existir tamañas maravillas sin ese sufrimiento? ¿Sin el látigo del vigilante? ¿Sin esa soberbia que anida en el soberano? En una palabra, ¿no habrá sido el gran arte del pasado obra de lo que el hombre tiene de malo y negativo?

Una de tres: o ahora somos más justos, o somos más sutiles o los grandes soberanos ya no construyen monumentos: sólo los destruyen.
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posted by vendell 00:12

8 Comments

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Comentarios

1

De: Algernon Fecha: 2006-07-27 00:25

O la ingeniería ha avanzado que es una "barbaridá".

2

De: Vendell Fecha: 2006-07-27 01:05

Que también, claro ;-)

3

De: Jaio, espía con taladrina Fecha: 2006-07-27 01:38

A lo mejor es que corrieron mejor suerte los que sabían trabajar la piedra que los que murieron de hambre. A los primeros los cuidaban, por aquello de hacer perdurar la gloria monumental.

También hoy se construyen monumentos-monumentales ¿no, Doc? Véase el Guggen, no obstante... seguro que sufrieron mucho más aquellos obreros que los nuestros, claro...

4

De: Jaio, espía pastelera Fecha: 2006-07-27 01:41

Las ruinas arrastran tras de sí una certeza... lo efímero de la vida del ser humano que construye una obra de arte, frente a la perdurabilidad de su obra. Jo.

Para bien y para mal. Jo.

5

De: Leon el Africano Fecha: 2006-07-27 09:28

A ver si no me columpio, pero creo recordar que ese palacio de las columnas lo quemó y destruyó Alejandro Magno después de una noche de borrachera no?
Es curiosa la reflexión del post y da mucho que pensar.

6

De: Anónimo Fecha: 2006-07-28 18:16

Bueno, no es igual, pero ayer mismo murieron cinco trabajadores en una obra de Barcelona. Los accidentes laborales son en cierto modo el tributo moderno que pagamos a los nuevos dioses del desarrollo.

7

De: Inde Fecha: 2006-07-29 13:10

Es que ya no se construye como antes... ay!
La verdad es que no puedo concentrarme en este post. Sigo pensando en el sexo sin amor, con amor, sin sexo, con seso... en lo único, vamos. Vendell, tiene que darnos más tiempo para reflexionar.

8

De: Vendell Fecha: 2006-07-29 21:46

Hoy he vuelto a pasar junto a la Ciudad de la Cultura. Podemos decir que el progreso de los tiempos ha logrado sustiuir a los sufridos esclavos de antaño por tontos del bote.