2002-06-19
Genealogía del pánico
Seguro que conocen el viejo chascarrillo (con perdón): Qué prefieres, ¿que te de por el culo un toro o un tiburón?. Este tipo de problemas, denominados técnicamente disjunciones peliagudas constituye uno de las categorías lógico-matemáticas más enrevesadas; tanto que por el momento no se ha encontrado un método fiable para su resolución. A patir de alguno de los comentarios al post de ayer se me ha ocurrido plantear el problema desde una perspectiva antropológica:
Como saben, los tiburones, como las serpientes o las arañas, forman parte de nuestro catálogo genético de espantos. Tanto es así en algunos lugares todavía es habitual la masacre de ingentes cantidades de serpientes y tiburones, simulada a veces bajo las disculpas más peregrinas. Casi todas las personas que presencian un genocidio tiburónico o un holocausto serpentil reconocen que su primera reacción es un sentimiento de superioridad como especie. Lamentablemente no puedo demostrar esta teoría porque a mi no me pasa eso. La única vez que vi una serpiente venenosa después de pisarle accidentalmente la cabeza pegué un respingo que ni el campeón del mundo de salto patrás.
Y mañana, ¿qué?: ¿postearemos como acto de protesta u holgaremos cual judío en sabbath?.
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posted by vendell 20:13
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